Después de la tragedia por el terremoto que azotó al país, los peruanos pudieron sonreir con el fútbol. La selección Sub 17 logró la clasificación a los cuartos de final del Mundial y la gente salió a festejarlo
El fútbol les llevó hoy un poco de alegría a los damnificados por el terremoto en la ciudad peruana de Pisco, quienes celebraron como en los mejores tiempos el paso de la selección nacional a los cuartos de final del Mundial Sub 17 de Corea del Sur.
La fiesta se encendió en el distrito pisqueño de Villa Túpac Amaru, donde cientos de personas se congregaron en torno a una pantalla gigante instalada por la Municipalidad de Lima para seguir el partido en que Perú venció por penales a Tayikistán por 5-4, después de que los 120 minutos terminaran 1-1.
Los gritos y emociones a granel que se vivieron durante el partido se convirtieron en una gran fiesta cuando Irven Ávila marcó el penal definitivo. El arquero Éder Hermoza había detenido previamente uno de los lanzamientos del rival.
La Municipalidad de Lima instaló la pantalla, alimentada por un grupo electrógeno, para darle un poco de recreación a personas que desde hace dos semanas viven en la calle y que en muchos casos perdieron a familiares en la tragedia. Pisco es históricamente una ciudad muy aficionada al fútbol.
Pero el único pisqueño de la selección, Jairo Hernández, cuya vivienda cayó y que perdió tías y primas en la tragedia, no jugó hoy, pues estaba suspendido por tarjetas amarillas. Se descuenta que retornará a la titular en el partido de cuartos contra Ghana.
La Sub 17 despierta pasiones en el Perú desde que se clasificó al Mundial. La actuación del equipo dirigido por J.J. Oré, en el que varias figuras parecen tener gran futuro, es seguida al detalle por los aficionados, que incluso se levantan en la madrugada para ver los partidos.
En la primera fase, el equipo "inca" derrotó por 1-0 a Corea del Sur y Costa Rica e igualó 0-0 con Togo, con lo que sigue invicta y con apenas un gol en contra el cuatro partidos.
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