Los efectos del terremoto de Perú siguen dañando la salud

Tres semanas después del terremoto, la situación de la población afectada por el terremoto sigue siendo muy grave tanto a nivel de salud física y mental como de las condiciones higiénicas y sanitarias. La marcha constante de organizaciones hace que las circunstancias no mejoren.

"Nos preocupa enormemente que ante la magnitud de esta tragedia, la salida constante de organizaciones de ayuda pueda provocar un deterioro mayor de las condiciones que ya de por sí está sufriendo esta población", dice Luis Encinas, coordinador del equipo de intervención de Médicos Sin Fronteras en el terremoto. Esta organización ha aumentado en 40 sus efectivos. "Creo que sería muy peligroso que se extienda una idea falsa de que ya no hay nada que hacer", añade.

De los 1.000 enfermos remitidos a los hospitales de Lima, 600 son de Pisco, una de las zonas más afectadas, donde los centros médicos quedaron gravemente dañados. Los enfermos de los hospitales son dados de alta rápidamente, aunque luego precisan atención post-operatoria y rehabilitación.

Ante esta situación, MSF ha abierto un centro de salud en esta localidad para cubrir este servicio. Las clínicas móviles han sido sustituidas por un apoyo directo a las estructuras de salud, incluyendo la donación de medicamentos.

El frío es uno de los enemigos a batir, por lo que MSF ha donado 3.000 piezas de material de abrigo, además de 1.500 equipos de higiene personal y familiar.

No todas las zonas afectadas están igual de atendidas. En la localidad de Guadalupe, unas 10.000 personas carecen de ayuda, según MSF, quien envió a un médico y una enfermera que atendieron diariamente a entre 20 y 30 familias. Se va a construir un 'lugar de bienestar', cerca del centro de salud, donde unas 200 personas tendrán acceso a duchas, agua potable, letrinas...

Un equipo de trabajadores sociales informarán sobre la importancia de las condiciónes higiénicas y de saneamiento para evitar el contagio de enfermedades transmitidas por el agua contaminada.

Tratar la salud mental

Una de las afecciones más urgentes y complicadas de tratar después de una catástrofe son las que tienen que ver con la salud mental. Hasta el momento MSF ha sido la única organización que se ha encargado de este tipo de atención, habiendo atendido a unas 2.200 personas.

Un equipo de ocho psicólogos está llevando a cabo actividades con niños, reuniones, sesiones psico-formativas y un gran número de consultas individuales.